La aventura detrás de la aventura
La palabra aventura siempre tiene un componente excitante que nos transporta a lugares generalmente abiertos, muy fríos o muy calurosos, arriesgados, a donde llegar es muy difícil o a veces imposible. Si los deportes de aventura no son sencillos de practicar ni aptos para cualquiera, tampoco son fáciles de documentarlos, ya que requieren no sólo bastante conocimiento técnico, sino también, bastante conocimiento del deporte o de la actividad extrema.
Seguramente, los fotógrafos extremos gustan tanto de la actividad como de la fotografía, pero seguramente empezaron por la actividad y de allí surgieron las ganas de retratarla. Sea como fuere, el primer ingrediente de la fotografía extrema es conocer el deporte que queremos fotografiar para hacerlo de forma lo más segura posible.
Un conocimiento previo del deporte, no sólo será más seguro para tu integridad física, sino que te ayudará a conocer los mejores ángulos para fotografiarlo, los lugares más seguros, los mejores encuadres e incluso el mejor material para hacerlo. No es lo mismo fotografiar unos saltos freestyle en la nieve que una sesión de escalada en roca caliza o un salto en kayak extremo.
Los deportes extremos y de aventura en general, nos proporcionan grandes oportunidades de obtener imágenes increíbles y únicas, bien por la peculiaridad y el impacto del deporte en sí, bien por la belleza del entorno en el que sucede el mismo (paracaidismo, alpinismo, escalada, etcétera) o por la suma de las dos cosas.
Lo cierto es que la fotografía y videos de deportes extremos, suelen ser casi tan impactantes como el deporte en sí, ya que buscan plasmar la particularidad de cada uno de estos deportes de riesgo, la belleza del entorno, la dificultad, el vértigo, la velocidad, la fuerza, para que el espectador llegue a vivir la misma adrenalina del que lo practica.
Ahora bien, no siempre es fácil acceder a estos deportes, tampoco fotografiarlos, y menos, filmarlos. Muchos de ellos exigen que el fotógrafo practique, sea aficionado o muy buen conocedor del deporte en sí para poder acceder a las imágenes ideales (alpinismo, trekking, paracaidismo, etcétera) y poder así obtener la mejor toma contando con un buen equipo, lugar y seguridad para realizarlo.
Si eres de los que disfrutan al aire libre practicando o viendo algún tipo de deporte de montaña o mar, tienes una cámara y nunca la habías llevado contigo, quizá ha llegado el momento de que te animes a ello, juntando dos pasiones en un mismo lugar.
Aquí damos unos cuantos consejos para los amantes de la aventura, los deportes extremos y los audiovisuales.
Material necesario:
Nadie mejor que tú, si es que eres aficionado a los deportes extremos, sabe qué contexto vas a tener que encarar a la hora de escoger el material necesario para tu sesión fotográfica. No obstante, vamos a ver de forma general, qué material básico es recomendable para iniciarse en fotografía de deportes extremos.
Mochila:
Una buena mochila que proteja bien tu equipo y tu espalda es esencial si quieres salir a fotografiar deportes de aventura. Procura que sea impermeable, ligera, con compartimientos para cada cosa, y práctica, a la hora de acceder a ellos.
Correa y/o arneses:
Si vas a pasarte el día fotografiando, lo ideal es que lo hagas de la forma más cómoda y segura posible. Por ello, es importante que cuides todos los detalles de tu equipo, entre ellos, qué correa es más cómoda y se adapta mejor a tu estilo fotográfico.
Si lo que necesitas es tener los brazos lo más desocupados posible, existen arneses para cámaras fotográficas réflex que pueden serte muy útiles en determinadas situaciones.
Baterías y tarjetas de memoria extra:
Si disparas en ráfaga para intentar captar ese instante decisivo, en poco tiempo puedes quedarte sin batería y/o sin espacio en la tarjeta de memoria, así que bajo ningún concepto olvides añadir las baterías y tarjetas de memoria extras que consideres que vas a necesitar.
Accesorios:
Cada deporte tiene sus particularidades, por lo que nunca podemos generalizar a la hora de escoger el material necesario para realizarlo. Muchas veces tendrás que partir de una base e ir añadiendo o quitando según tu estilo de fotografía, y a base de prueba-error. No obstante, existen multitud de accesorios especializados, desde cajas estancas y flashes especializados para fotografía submarina, fundas impermeables para deportes acuáticos o días lluviosos, etcétera.
Estudia el deporte:
La afición al deporte suele llevarnos a querer fotografiarlo, pero también puede ser al revés. Si no conoces el deporte, intenta averiguar lo máximo que puedas antes de lanzarte a fotografiarlo con tu cámara. Conocer a qué te enfrentas hará que tomes las mejores decisiones para salir airoso tanto en la toma de imágenes como en tu seguridad y /o comodidad.
Escoge bien el material:
Escoger el material correctamente y a conciencia puede marcar la diferencia entre obtener grandes fotografías o no hacerlo. Por eso es tan importante saber qué nos vamos a encontrar, y qué situaciones tendremos que hacer frente una vez hayamos llegado al lugar concreto.
Es importante que no te falte nada, por razones obvias, pero también que no te sobre nada, ya que ir demasiado cargado según qué situaciones puede que haga que no seas capaz de seguir la marcha o acceder a lugares de difícil acceso.
Por ello piensa bien qué vas a llevar, qué óptica u ópticas son la mejor elección para lo que vas a fotografiar, si vas a necesitar o no el trípode o el monopié, si te compensa llevarte el flash externo, cuántas tarjetas de memoria prevés que puedes necesitar, etcétera. Y sobre todo, piensa en tu comodidad y tu bienestar (escoge bien el calzado, la ropa, protégete del sol si es necesario); si no hay fotógrafo, no hay foto.
Ajustes de la cámara:
Estos dependerán de varios factores, tales como la velocidad a la que se va a mover el sujeto que queremos fotografiar, si la actividad se realiza en un espacio abierto o cerrado, de la hora del día a la que sucede la acción, y otros.
- Velocidad: Los deportes en general y los extremos en particular, suelen venir acompañados de una buena dosis de velocidad (aunque no siempre). Para ello es importante que dispares a una velocidad suficientemente alta como para que tu sujeto no quede movido. Por supuesto, esta dependerá de la velocidad a la que se mueve el protagonista, pero solemos hablar de unos valores mínimos aproximados de 1/500, siempre dependiendo de la distancia focal que estés utilizando (a mayor distancia focal, más velocidad necesitamos para evitar el movimiento).
-Barrido: Puedes aumentar la sensación de movimiento a través de técnicas como el barrido.
-Apertura: Como ya sabrás, la apertura regula la cantidad de luz que dejamos pasar a través del objetivo, y a la vez, la profundidad de campo o zona enfocada en la imagen. Decide si el fondo de tu escena aporta información relevante a tu composición o bien prefieres aislar a tu protagonista desenfocando el fondo.
-Disparo continuo: O número de fotografías por segundo (fps). Es conveniente en deportes que contengan escenas rápidas, que configures la cámara para que dispare de forma continuada una vez aprietas el obturador. Así te asegurarás de no perderte ninguna foto.
-¿JPEG o RAW? Para deportes en los que preveas necesitar mucha velocidad en el disparo continuo (punto anterior), es aconsejable que te inclines por grabar en formato JPEG, ya que te dará más velocidad de lectura y almacenamiento de las imágenes. Por el contrario, si no es un deporte de alta velocidad (escalada, trekking, alpinismo), inclínate mejor por disparar en RAW, que te proporcionará mayor calidad de imagen y más posibilidades en el post-procesado.
-Utiliza los modos de prioridad: A menos que domines a la perfección el modo manual, lo mejor es que establezcas una prioridad dependiendo del tipo de escena a la que te enfrentes. Esto descargará un poco las necesidades técnicas y podrás centrarte en otros aspectos, como composición, medición de la luz, etcétera. Por ejemplo, si tu prioridad es congelar el movimiento, puedes establecer una velocidad fija mínima y dejar que la cámara escoja la apertura (prioridad a la velocidad).
-Enfoque Automático: A menos que tu cámara se vuelva loca intentando perseguir a tu protagonista sin lograrlo porque tal vez haya demasiados elementos distractores a su alrededor (en cuyo caso te recomendaría el modo manual), lo mejor para este tipo de situaciones en la que fotografiamos movimiento, es que utilices un modo de enfoque automático. Un enfoque tipo AF-C o AI Servo, se utiliza para fotografiar sujetos en movimiento. Este sistema enfocará aquello que se mueva ante el objetivo y hará el seguimiento siempre que tengamos apretado el botón del obturador hasta la mitad. Una vez decidamos tomar la fotografía, sólo hay que apretar el obturador hasta el fondo.
-Estabilizador: Es una buena ocasión para activarlo, ya que reduce posibles vibraciones que pueden hacer que la imagen pierda nitidez.
-ISO: Lo ideal es trabajar con la ISO en el valor mínimo posible para evitar el ruido en la imagen. No obstante, no siempre disponemos de suficiente luz o de objetivos suficientemente luminosos, por lo que la ISO puede ayudarte a trabajar con velocidades altas en caso de que necesites más sensibilidad a la luz.
Escoge el mejor lugar:
Siempre que puedas, dedícate a estudiar cuál es el mejor lugar o lugares donde situarte, incluso si es una excursión por la montaña. Si puedes ir previamente, estudiar el recorrido, los mejores encuadres, la luz de la que dispondrás, etcétera, tienes casi asegurado el éxito. Si no es así, y además todo sucede rápido, no sabes qué quieres ni dónde colocarte, es probable que te pierdas grandes imágenes. Y una vez lo tengas controlado, cuando hayas acertado con el material, el momento y el lugar, podrás permitirte una buena dosis de improvisación; es entonces cuando debes permitirte ser original, probar nuevas perspectivas, nuevos puntos de vista, etcétera.
Por norma general, cuanto más cerca de la acción, una vez tengas unos buenos e impactantes primeros planos, puede que sea interesante añadir imágenes con más ángulo donde podamos disfrutar del contexto, siempre que este acompañe.
Si estás más cerca de la acción podrás prescindir de los teleobjetivos y disparar con focales más cortas y luminosas.
Retrata emoción:
Intenta retratar la emoción del momento, el deportista, y no sólo el deporte en sí. Busca los rostros victoriosos o tristes, concentrados, de esfuerzo. Busca un mensaje y transmítelo al espectador, haz que este sienta la emoción del momento, haz retratos (recuerda enfocar a los ojos) o detalles como unas manos agarradas a la roca caliza, etcétera.
Mira a tu alrededor y no te limites a lo evidente. Una vez tengas esas imágenes “obligatorias”, busca otras historias alrededor de tu escena: Caras de expectación entre el público, huellas en la nieve, paisajes que quitan el aliento, deportistas esperando ansiosos su turno, relaciones, etcétera.
Protege a tu equipo, pero sobre todo, a ti mismo.
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